Recientemente he recibido una consulta de unos clientes a los que se les plantea la posibilidad de comprar una vivienda, en Cataluña, a un precio por debajo de la mitad del valor de mercado. Su consulta se centraba principalmente en la forma de cerrar cuanto antes la venta ante la lógica alegría de la suerte que tenían y que no querían dejar escapar.
Estas compraventas no suelen plantearse a menudo pero cuando se producen no deben ser tratadas con urgencia, principalmente porque el problema que planea sobre las mismas es que la operación puede ser rescindida por los vendedores o sus herederos en un plazo de cuatro años desde la fecha del contrato.
Ver artículo completo
No hay comentarios:
Publicar un comentario